PD: Si algún día no publico es que estoy buscando razones para seguir

Día 174 - Ídolos de Barro

Quiero una premisa de cólera para un poema,
como la profecía de una devastación que vería hasta un ciego...
Quiero la premonición de un demonio evidente;
un poema de ira ciega, que crea que nos revela el todo, pero no.

Así quiero un poema, sin razón, ciego de ira,
con el hambre imposible de las víctimas antes de ser justicia
o de ser venganza,,, como los espíritus
de los muertos insepultos y de las derrotas cansadas.

Quiero un poema bajo una premisa de cólera,
sangriento en las palabras, visionario en el lenguaje, y total-
mente sujeto a la realidad padecida, signada,,,
de carne exacta en el sufrimiento que conozco y giro...

Así un poema como una arma cargada de muerte,
como una promesa de devastación, lleno de fe en la destrucción
de aquellos que obran ciegos de ira... Así un poema
que sea para los ídolos de barro que enfrentamos, como poder sobre su arcilla...

Día 173 - Despacio Pandora

...empieza por "P"

La ciudad se expande lenta
entre mis pies, como una tormenta
que no rompe a nevar y solo ventiscas levanta,
como esas noches en las que parece que descorchas
todos los males de la humanidad
y no aparece la esperanza...

La ciudad se enturbia lenta,
ajena a las realidades atómicas que la hacen,,,
súbitas, como puestas
por los rayos que no vienen a romper,
se aparecen manchas,
charcos, chicles y algunos cantos.

Como las farolas gastadas,
que ya no prenden, me hayo ausente de llama...
Claro en la niebla no nace el diente solar
ni blanquísima corona; no nace nada,,,
Se expande entre mis pies lento
este aborto de día que no cuenta, que no suma...

Mientras, en conjunto sangre, carcoma y bruma
apenas se cuentran hoy, entre las hazañas de la vida.

Día 172 - DM15


Como inmenso tiempo
sin novedad, contemplo lo efímero
de una hoja cualquiera de un ciruelo...

Nada levanta el vuelo
con voz canalla y con presencia;
nada alimenta
esta conciencia absorta de momentos
que estoy siendo.

Ya entre el silencio
de la tarde camicace, todo cubierto
ya por el manto de luz roja,
noto como caen las hojas
y se arrastran por el suelo casi muertas.

...de paso por Madrid, diciembre de 2015