PD: Si algún día no publico es que estoy buscando razones para seguir

Dia 14 - Goab pequeña

Foto por @inesga21

A la vuelta del desierto de Graógraman,
el bóreo león cazando aves
dejó, al poco de irnos, desiertos esos lugares.

Y las casas viejas del barrio nómada,
cerrados los corazones, forzaron la huida,
así el viento sur meridión, abrió una vía.

El bosque verde de hojas cóncavas,
como ojos lleno de lágrimas perdió la pausa,
tomando posada allí, tan lejos de casa.

Y lloraste la muerte de la muerte;
al despertar cada mañana decía «cada vez es para siempre».
Y lloraste la soledad de la perpetua destrucción.

Goab esta revuelto; la única de tus zoólatras
alza la vista, sabe que algún día la muerte...,
la muerte será para siempre

Día 13 - D de... y quién sabe de qué


-¿Estamos con líderes impuros?,
¿acaso sabemos cuales no lo son?
Ahí está la clave; y por cierto
la democracia se ha seguido usando...

+Aún estando rota
de ahí la impiedad de los líderes.
De ahí... y de la ligereza de cascos
de la moral modernista
de esta orilla del conjunto.

- Eso último no lo entiendo...
+Hacía tiempo que no hablamos seriamente;
habrás perdido práctica.
-Y ¿por qué dices que
la democracia se nos ha roto?

+La causalidad manifiesta arroja la evidencia
(primero fue la democracia rota
o los malos goberrnantes); por lo demás,
es casi una cita de "Las 4 Estaciones de Atenas"...
 -Lo que tú digas, pero la democracia no está rota...

+Lo último al fin y al cabo dice
que los pueblos donde los impíos piden disculpas
y se avergüenzan de corazón,
y no se excusan (con sola vergüenza de cara),
tienen democracias más adiamantadas.

-Si, eso es cierto
Ya seguiremos hablando que ahora estoy
hasta arriba con los exámenes
+¿Por cierto que ta...

Dia 12 - El cosmos de las flores II

[...]
No lo llorarán cuando se muera,
solo los almendros en flor en primavera
le dedicaran los pétalos blancos a su tumba…;

solo los plantones verdes de la avena
le renacerán con sus locas semillas antes de la siega,
para matarle después los segadores
y terminar así con su consciencia

fundida con el cosmos de las flores…;
y terminar así su vida eterna
sin sacrificio ni condena.

Dia 11 - El cosmos de las flores I

Muda de voz según las estaciones,
lo único que permanece constante es su susurro;
dicen que lleva demasiado tiempo
entre las carnes de la nada y del absurdo…

Y es verdad que últimamente
lo estoy viendo envejeciendo
de equinoccio a solsticio.

Nada más que el color y las palabras,
alguna historia de ciencia ficción, siempre música muy mala…
Nada más que el desencanto necesita
para superar el año haciendo a casa no más de cuatro visitas.

Día 10 - La costurera entre tinieblas II

Pienso en esos árboles que fueron mi selva,
que guardaron, y ya no pues ya no están,
entre sus sombras el corazón de las tinieblas;
pienso en cómo cambia el mundo

Mientras ya siento el fuego furibundo,
ya el frescor…
Mientras siento el sol suave del mundo,
cierro los ojos sobre el grey y lo advierto:

Mientras no sea lo que no es mi primavera
y el designio de futuro quemazón;
mientras tanto, es la vida ciega y presa,
es la mazmorra encantada y el dragón.

Día 9 - No cabe escribir un nuevo verso

Foto por @yari_nosesinmas

Si yo tuviera una respuesta como la de Whitman
formularía una pregunta como la suya.

Si yo pensara que el conjunto lleva a algo,
y no al sendero eterno de los errores imposibles,
y acaso si no a la repetición de las piedras…

Si yo creyera en el conocimiento propio
de la unidad general, y si acaso en la ausencia de sesgo;

a lo peor, si creyera en algo y no en nada,
y mi moral no fuera un conjunto de dolores
y de ausencias y de estúpidos actos debidos a nada

porque nada es importante,
porque nadie es al fin nada,
y nada puede, debe o es realmente…
Por desgracia, no como él que creía en el drama,
yo creo en la tragedia absurda y destinista; pues
en que la consciencia es el sendero de obstinada
lucha pírrica contra lo que ha de ser sí o también.

Día 8 - La costurera entre tinieblas I

Mientras no sea mi corazón de las tinieblas
este ardor de selva que me espera,
pues con la belleza de un rizo cual liana
yo me pierdo, entre azul y tierra…

Asomé la cabeza al pasado mirando el techo…,
el techo de mi infancia me volvió pequeño:
«Duerme la costurera de siempre como icono,
y el banco blanco y el sofá rojo y el mantón...»

Mientras no sea este ardor de corazón
un mal augurio, una llamada de atención;
mientras no sea este no ser una calamidad,
esta selva una dehesa y este calor un hielo...

Día 7 - Condiciones Externas

Foto por @manuelinvi
[...]

Uno llora en la ventana los estragos de la nieve,
otro sueña con cruzarlas…

Un lejano se acompleja, pues no la tiene,
otra quiere que la lleguen solo lágrimas…

Unos peces se preocupan por su amo,
y, por su terapeuta, unas mentes…

Otros tantos siguen que no siguen siendo,
están entre el ser y son ausentes.

En el vano la nieve arde en deseos,
es contexto que no sabe dónde viene.

¿Y quién sabe cómo llegamos?,
¿y quién sabe hasta dó se puede?

Día 6 - Condiciones Extremas

Día siete mil entre el cielo y el infierno;
Dante escupe sus palabras,
no le entiendo…,

los niños pequeños acuchillan a los niños de nieve
con lágrimas de sol y juego,
y los trineos odian…

Día siete mil quinientos en el suelo:
los hombres se equivocan al juzgar
están sesgados…,

los señores estúpidos y calvos erran siempre,
las señoras sin sangre, inanes,
ni hacen ni quieren

Día 5 - Idealizad:


Tú me querías,
yo ahora te hecho de menos,
pero no te quise...,
no hubo amor de verdad
más allá de un enamoramiento
(el amor es un perro).

Tú me quisiste
de este cielo hasta el infierno
yo lo veía...,
y luego marchaste
con el corazón hecho trizas
a por un nuevo amor.

Nunca te quise
creo que aún hechándote de menos,
no te amo, no te quiero
(no te quiero como se ama); 
sólo es faltar quien te quiera
todo el día...

Y ahora no se me ocurre otra cosa
que depositar,
inconsciente en un tú ideal,
el peso ingente
de todos los sentimientos,
de todos los amores...

Día 4 - "El Síndrome de Casandra"


Llóralo,
llóralo más fuerte;
si te duele llóralo,
si te puede duérmelo

y asesínalo,
como Clitemnestra
a Agamenón, y huye
con algún paramour...

¿Quién te maldijo
sabia Casandra
con alguna visión,
con algún infame don?

Duerme pequeño hado,
llora pequeña pena,
cunde tú desencanto,
que del resto
ya yo me encargo.

Día 3 - Así todo mucho más claro...

La bruma no me deja ver la carretera
y la helada aconseja no ir a más de cuarenta,
estornudo cada vez que una mota
me roza la nariz…, puede que tosa

(de vez en cuando)

La manilla de las horas corre como si
fuera a llevársela el diablo; me duele el labio,
tengo mil cosas que hacer…,
debería tomarme un descanso

(estoy cansado)

Quizá ser más constante no estaría mal
pero es que…, me desalienta todo tanto…
Si los demás no se molestan,
si aquellos que han de darme ejemplo no hacen más

(y me tienen harto***)

Dudo entre el odio y la indiferencia,
no sé cuál hará más daño…
Dudo entre ir por la vereda del río
o coger el camino largo.


***¿Entonces..., he de hacer yo
lo que me diga, mientras usted es un hipócrita?
 [...] Así todo mucho más claro.

Día 2 - Todos nuestros muertos:


Las prisas, los miedos,
la hipocresía de los que escuchan mal
el mensaje de los muertos...

Los muertos, el hambre;
"¡Calla!"; "¿Cómo quieres que me calle?"
Los muertos están distantes...

Espera las cartas, las sotas;
pequeña, ¿donde escondes tu corazón,
entre tantísima noche?

¿Cómo no nos puede la oscuridad
si vivimos exangues, si no tenemos nombre

(espera la venidad del olvido;
¡los rotos sobre los que crecemos-conoce!)

y al final del camino sólo nos queda
esperar a perder lo que hayamos sido.

Día 1 - ...creo:


Parece que perdiendo cada batalla, voy ganando la guerra,
aunque no sé por cuánto tiempo,
ni cuanta ventaja,
le saco a esa tortuga necia que es la muerte.

Parece mi vieja primavera que otro año más tengo la dicha
de esperarte, en la oscuridad,
bajo el rayo turbio
del invierno augusto que se impone imperador.

No hice yo las reglas, no hice yo el camino que transito,
con tanta y tanta pereza,
bajo el yugo de un deber
o tras el brillo de una estela.

Niño de ojos de piedra y lágrimas secas,
huye de esta amargura mientras aun puedas,
de este silbido…

Creo que cada vez, y últimamente más,
me voy pareciendo a un reflejo cobarde, triste
de un Hemingway viejo.