PD: Si algún día no publico es que estoy buscando razones para seguir

Nombre Noveno: Layo

Venoste (o «𐤁‏𐤏‏𐤋»).

Él, que renunció a morir,
como las hojas de los arces en noviembre,
nos dejó vendidos...
Abandonados entre brumas y sin suerte:

Él, el mar omnipotente,
y nosotros ciudad, que entre los muros,
empeñada entre los riscos
de la balsa más de piedra, vida eterna, se promete,

más allá del desengaño,
vencedora como es de los dioses y los años.
Una promesa que asedia es él,
nosotros la severa voluntad de quebrantarlo.

Autor: @carlos_alci

Nombre Octavo: Horacio

«Beowolf»

Él como Ulises, inhumado de la tierra,
del lugar al que pertenece, resignado quizá
al abrazo oscuro de la fría muerte,,,
pues acaso encontrado en el final el sentido,
como aquello que salvo lo defendido.

Tenentes de templanza y el gran río,
enfurecidos los ancestros
y los templos de los dioses desqueridos,
los testigos, las hazañas [...] enemigos.

Oh atados a una pira e incendiados
siente el fuego que os quemo cada pellejo;
condenado quizás al hundimiento,
que su sepultura la hagan los guijarros
que protegió la espada...

Reunido con las fieras más salvajes
que han querido tanto mal, que no pueden confrontarlo...
¿Oh qué muerte es muerte y cuál es vida?
Que prefiere las estacas a la casa ardida,
a llorar cenizas.

Oh que te prometen, acaso eternidad,
acaso sangre enaltecida por la terrible verdad
de que acaso, nada merece la pena morir
si no aquello que es y cuanto quieres.

—Nada aguarda más allá que la fiereza
de la nada o de vivir acaso en gloria—

desafía las palabras del que implora,
acaso a los dioses de los padres y la tierra…

Oh muerte como pruebas a lo último,
oh bilis que de arder lo está matando;
demonios que la tierra ha albergado
y odio: Cuanto es le puede y ahora exhausto
no se quiere ir con los honores.

—En la noche oscura de los nombres ¡puédete
y no habrán vencido!,
que tu carne pide gloria, eternidad y río—

le grité. Pero, preso de lo que ya no será, me dijo:

—Te sé como a lo poco que me queda
y sé que apenas si no estoy ni eres,
y que sabes que me hace inmortal
el hecho solo de que me recuerdes—
.